
BODA DE REBECA Y RUBÉN EN SALAMANCA
Mis queridas amigas hoy os traemos una boda de la que formamos parte del equipo, nos apetecía muchísimo que fuese en invierno y aquí os la dejamos para que la disfrutéis tanto como lo hicimos nosotras.
Su historia comenzó hace 10 años cuando ella estudiaba Derecho aquí en Salamanca y en su segundo año de carrera, su amiga Lorena invitó a unos amigos, entre ellos estaba Rubén, a las fiestas de facultad (como culpable de presentarlos fue una de las testigos, no podía ser de otra manera). Vinieron de Burgos a pasar el fin de semana, y ahí empezó todo,… ¡Quién le iba a decir a Rebeca que ese jueves conocería a su futuro marido!

De ese día tienen una anécdota que Rubén siempre cuenta y es que cuando intentó acercarse a Rebeca, ella le dijo que para otro día que viniera ya veríamos…intentó darle calabazas pero por suerte él insistió hasta convencerle.
El caso es que mantuvieron el contacto, empezaban a hablar con frecuencia y hacían por verse cada poco tiempo: él venía a Salamanca con amigos, ella iba a casa del pueblo de su amiga Lorena, empezó a ir también a Burgos dónde él estudiaba y después de un par de años decidió ir a estudiar un año de carrera allí, por lo que Burgos para ellos es una ciudad muy especial y donde Rubén le pidió matrimonio.
Después de varios años de relación a distancia, incluida una temporada en la que Rubén se fue a vivir a Londres, decidieron irse a vivir juntos a Ávila donde él trabajaba. Cuando ella aprobó las oposiciones se fueron a vivir a Vigo donde están disfrutando de la vida y del recién estrenado nuevo estado civil.

¿Cómo fue su día…?Rebeca es una chica sencilla con las ideas bastante claras y cuando visitó el atelier de Pilar Bande en Vigo sabía que podía confiar ciegamente en ella, el velo se lo prestó su prima y los zapatos en nude eran de Lodi. El tocado para la Iglesia era de Pronovias y luego lo cambió en el baile por uno de Nácar (Vigo).
Como piezas especiales llevaba unos pendientes de la joyería Néfele, regalo de su madre y su hermano, que fue quien la acompañó al altar, y una pulsera también regalo de otra de sus primas.
Sus amigas le regalaron una bata estampada en tonos florales para el make up de Oysho.
Eva Verdejo la dejó más bonita que nunca encargándose del peinado y el maquillaje.
El ramo, en tonalidades verdes, azules y granates, de Floristerías Mayo.
Rubén eligió para su traje a Boxer. Los gemelos personalizados fueron regalo de Rebeca.
Se casaron el 27 de enero en la Iglesia de las Carmelitas, una ceremonia muy emotiva y que todos los invitados recordarán con muchísimo cariño.
A continuación los invitados se trasladaron al Palacio de Figueroa y el servicio corrió a cargo del catering Don Fadrique.
De la papelería de la boda se encargó La tienda de una hormiga, los centros de mesa fueron obra de Diflosal. De toda la decoración de rincones y el montaje de mesa de postres fue nuestro equipo Hojas de felicidad el que se encargó de hacer ese día un poquito más bonito…
Todas las fotografías, excepto las de la decoración, son de Jaime Sánchez fotografía.
Me despido, no sin antes desear toda la felicidad del mundo a esta parejaza.
Un besote va de caminito a Vigo…

Inmita G.