Conocí a Elena Victoria por instagram, ella es alegría (ya lo veréis a lo largo del post), le escribí para decirle que me haría especial ilusión compartir su boda en nuestro blog y aquí está…

Plácido y ella se conocen de toda la vida de Chipiona, pasaban los veraneos allí los dos en la misma pandilla, tenían unos 12 años y ya empezaba a surgir ese cosquilleo, pero al ser tan pequeños la ilusión se quedó ahí… Hace 8 años se volvieron a cruzar en el camino aunque la novia reconoce que nunca han dejado de saber el uno del otro. “Para mi parece que llevamos toda la vida juntos”.

Como no podia ser de otra forma, Plácido le pidió matrimonio en Chipiona un 27 de septiembre de 2019, en su playa que tantos bonitos recuerdos les traía. “Tuvimos que aplazar la boda dos veces por la situación que se estaba viviendo pero después de tantos cambios y locuras ha merecido muchísimo la pena y cada momento, se vivió y disfrutó intensamente”.

La bata que llevaba la novia en los momentos previos era una bata vintage de De su padre y de su madre.

Atelier Hair & Shop se encargó del peinado, un moño bajo, sencillo y elegante. Para el maquillaje confió en Julia Hidalgo, es de mis favoritas.

El casquete ideal con perlas naturales y de cera fue diseñado por Ángela & Adela.

Elena desde siempre ha tenido claro que no quería un vestido de novia colgado en el armario para no volver a utilizarlo por dos motivos: la añoranza del gran día y por lo especial y el trabajazo que hay en cada vestido. Teniendo en cuenta esto y que por tanto el diseño tenía que ser algo que se pudiera poner en alguna otra ocasión, visitó el taller de Ángela & Adela y desde el primer momento supo que serían ellas. Quería un vestido sencillo en crepe de satén en seda natural y una camisa con puños y abotonada que sería la pieza principal de su diseño. La camisa, de muselina de seda natural, es una “joya restaurada”, en el taller de Ángela había una trozo de tela que les encantaba y de ahí empezó a formar la camisa con mangas de seda y puños de encajes de valencienne.

Las bonitas sandalias Jacinta en cobre de Flor de Asoka.

Como piezas especiales Elena llevaba su anillo de pedida y un anillo antiguo heredado de su tía.

Los pendientes eran de joyería Coolook.

El ramo de novia de claveles de La cocotera flor.

Plácido confió en su día en la sastrería Dappers, corbata Victorio & Lucchino y reloj Tissot, regalo de Elena.

Los diseños de los niños de arras fueron obra de Marta, una amiga de la familia, y las camisas de Sonvita brand.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en el ex-covento de Santa María de la Paz, hermandad de la Sagrada Mortaja, porque la familia del novio tiene mucho vínculo con ese lugar y qué mejor elección.

Para la música contaron con Nubia.

De la decoración floral de la ceremonia se encargó Patricia de La cocotera flor.

A continuación de la ceremonia los invitados se trasladaron a la Hacienda de Medina donde el catering Las Torres se encargó de ofrecer el mejor servicio.

Contaron en todo momento con la ayuda de la wedding planner Fátima de Veira eventos. Querían una boda romántica en la que las tonalidades elegidas fueran neutras para dar ese toque vintage que le gustaba a la pareja.

Toda la papelería y las invitaciones fueron obra de Caeligrafía.

Ludisound diseñó la iluminación de los espacios.

Sentrio covers se encargó de animar con su música en directo el cóctel.

Momentos…

Abrieron el baile con la canción “Por ella” de José Manuel Soto y el Dj José Manuel Pavón animó la fiesta.

La fotografía es de Sweet studio y el vídeo de La barbería films.

Gracias Elena por tu generosidad y dejarnos compartir vuestro día, os deseo toda la felicidad del mundo.

Con cariño.

Inmita G.