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LA BODA DE ANA Y NACHO EN CORUÑA

Cuando vi a Ana en redes me encantó, sabía que era una novia con personalidad y que su boda sería muy inspiradora, no dudé en escribirle y gracias a su amabilidad aquí la tenéis…

Nacho y Ana se conocieron por unos amigos en común que insistieron en que se tenían que conocer, ¡razón no les faltaba! Desde el primer momento ambos sintieron que serían especiales. Nacho vivía en Madrid y Ana en Coruña. Estuvieron casi un año a distancia, llegó la pandemia y sin ser conscientes empezaron a vivir juntos. Tres años y medio más tarde Nacho le pidió matrimonio en un viaje muy especial en Portugal. “Valoramos muchas opciones a la hora de elegir lugar para la boda (yo soy de San Sebastián y Nacho de Coruña). Nos decantamos por hacer una boda muy íntima con 36 invitados. Construimos la idea de la boda para que fuese un fin de semana con familiares y amigos más cercanos. Todos los invitados nos quedamos en el Hotel Quinta de San Amaro, de forma que así pudiésemos compartir más momentos todos juntos. Todo un acierto”, me cuenta Ana. A modo invitación regalaron a sus invitados una botella de vino ecológico de la zona. Dibujaron ellos mismos la etiqueta de la botella con un mapa de la zona para contar a cada invitado el plan de la boda.

Para los preparativos Ana llevaba camisón y bata lencera de Zara.

Ana confió plenamente en Sol Murias, trabaja para Chanel. “Nunca me maquillo así que buscamos un maquillaje muy natural con el que me identificase. Sin duda la recomendaría una y otra vez. Para el pelo también confié en ella, siempre llevo el pelo suelto así que no podía llevarlo de otra forma. Consiguió hacerme una onda muy deshecha que me aportaba mucha naturalidad al look”. El vestido era un diseño de Chloé que le enamoró nada más verlo en web. Fue un flechazo, lo compró a ciegas con una amiga y fue un acierto. “Al ser una boda tan íntima buscaba un vestido sencillo y con un estilo romántico con el que me sintiese identificada. Los metros de gasa de seda le aportaban movimiento y el cuerpo de nido de abeja junto con las mangas abullonadas le daban ese toque minimal y romántico”. Le gustaba la idea de complementar un vestido prêt-à-porter con un accesorio de novia como puede ser el velo. Se decantó por uno de Flor Fuertes por el tipo de seda, una seda rústica hilada sin rematar.

Ana es muy minimal para los zapatos y los diseños de Bottega Veneta siempre le han enamorado. “Fue la primera cosa que tuve clara”.

En cuanto a las joyas llevó el anillo de pedida de Sansoeurs junto con el anillo aguamarina y rosario de su abuela materna. Para los pendientes apostó por unos art decó de cristal de una tienda vintage de Londres.

“Una de las mejores experiencias que hemos tenido durante los preparativos de la boda fue tener la oportunidad de hacer nuestras propias alianzas. Para ello nos pusimos en las manos de The Symmetry y fue una experiencia increíble. Tenemos la gran suerte de conocerlos personalmente y nos tutelaron durante todo el proceso, desde fundir nuestro propio oro hasta poder grabarlos nosotros mismos. Unos cracks, sin duda lo que más recomendaríamos”.

Toda la decoración floral y ramo lo hizo Paula de Brasaanï. “Decidimos junto con ella cada una de las flores que iba a utilizar y la paleta de colores. Para el ramo escogimos las rosas perfectas, 9 rosas Patience de David Austin, Paula es una crack”.

Los niños de arras tan llevaban todo de Zara Kids.

Nacho llevaba traje de Lander Urquijo, corbata de Hèrmes, zapatos Lottusse y gemelos de su abuelo paterno.

Se casaron el 2 de septiembre en las Rias Baixas en la iglesia Santo Estevo de Noalla a las 12.30h. El Coro Rosaleiro puso música a la ceremonia. “Al ser una boda tan pequeña vivimos todo con los sentimientos a flor de piel. No nos podríamos quedar únicamente con un momento, pero si tuviéramos que elegir uno el momento del altar fue uno de los más emotivos”.

La celebración fue en Culler de Pau. Querían una boda que fuese una comida en familia, disfrutar de los pequeños momentos y de lo verdaderamente importante en la vida.

La decoración floral fue obra de Brasaanï. “Galicia es preciosa con todas sus tonalidades de verdes, en nuestro día queríamos que los verdes estuvieses presentes. Metimos alguna nota de color en tonos blancos y naranjas para acompañar a los verdes”. El cantante Adrian Timms amenizó el cóctel. La papelería también la hicieron ellos junto con la ayuda de su amiga diseñadora gráfica Sofía.

Posteriormente, las copas las hicimos en el Náutico de San Vicente do Mar. Para el segundo look buscaba algo más informal que le permitiese bailar hasta las mil. Ana aprovechó una de las veces que bajó a Madrid para acercarse al atelier de Moc studio y encontró el vestido perfecto, espalda descubierta con mezcla de tejidos en algodón y seda. Para los complementos de este look apostó por unas sandalias vintage de Gucci de Vestiaire Collective y bolso de Bottega Veneta.

Abrieron el baile con la canción Yellow de Coldplay.

Para la fotografía contaron con el maravilloso trabajo de Nous nous. Ahora sí, ya me despido agradeciendo a Ana y Nacho la generosidad de dejarnos compartir su día con nosotras. Os deseamos todo lo bonito que queda por venir…

Con cariño. Inmita G.