
LA BODA DE BEATRIZ Y JON EN MÁLAGA
El mes de enero se me ha pasado volando no sé a vosotras pero no quería despedirlo sin publicar la boda de esta pareja, os va a encantar.
Beatriz y Jon se conocieron una tarde de vinos por Málaga. Jon es de San Sebastián, pero por trabajo llevaba unos meses viviendo en la ciudad andaluza y uno de sus mejores amigos que estaba de congreso allí fue quien les presentó…
“Desde ese día conectamos muy bien, tanto que a los meses estábamos viviendo casi juntos. Un año después nos compramos una casa y me pidió matrimonio. Somos muy diferentes en todo, quizás sea lo que ha hecho que funcionemos tan bien”, me cuenta Beatriz.
Su tía Queca que es como su segunda madre y cose genial, le regaló las navidades pasadas una bata y un camisón hechos por ella, el camisón estaba hecho con bordados de un faldón de su abuela. ”Me emocioné muchísimo…”.
Para el peinado confió en Alexia de Loft estilismo, su ideal era algo sencillo y lo único que tenía claro es que quería ir velada. Del maquillaje se encargó Lola Luque de Bobbi Brown, ¡estaba espectacular!
Ángel Palazuelos diseñó el vestido, al ser tan sencillo y con la ligereza que tenía el tejido, Ángel sorprendió a la novia haciéndole una sobrecola en una de las pruebas y a Beatriz le encantó.

Como piezas especiales ella llevaba un anillo de su abuela y los pendientes que pertenecen a la familia a su familia, han pasado de prima en prima y ya es tradición llevarlos el día de la boda.

Beatriz quería llevar unos zapatos blancos cerrados y sencillos. No los encontraba hasta que un día vio unos por internet, los pidió y fue todo un acierto porque además eran comodísimos. Más tarde se los cambió por unas Castañer, regalo de sus amigas.

El ramo fue obra de Las flores de Reding y llevaba en la cinta una medalla de la Virgen del colegio de la novia.

Jon se hizo el chaqué es un sastre de confianza, la corbata era de Silbon y los gemelos que fueron su regalo de pedida.
La ceremonia religiosa tuvo lugar a las doce de la mañana en la Iglesia de la Concepción que fue edificada como parte de un conjunto que incluía un convento y el colegio Esclavas del Divino Corazón, este era el colegio de Beatriz y tenía gran significado para ella.
Los vestidos de las niñas de arras los hizo una modista de Málaga mientras que los niños iban de monaguillos (Ángel, el diseñador, les dejó las casacas).
Les casó un Jesuita, amigo de la pareja.
El dúo Hera amenizó la ceremonia, le dedicaron una canción a la Virgen tan bonita que emocionó especialmente a la novia.
Como anécdota el padre de Beatriz se equivocó de caja y en lugar de alianzas se llevó unos pendientes, por lo que tuvieron que improvisar con el anillo de su padre y el de su prima Bego.
“Recuerdo con especial ilusión el momento de entrada a la Iglesia y cuando nos bailaron el Aurresku de honor a la salida de la Iglesia…”.
Una vez terminada la ceremonia los invitados se trasladaron a Finca el Alamillo en Alhaurín de la Torre (Málaga), ésta finca pertenece a una familia malagueña, fue la primera y única opción que siempre tuvo en mente la pareja.
Fue el catering Santa Teresa el encargado de dar el servicio, todo cuidado al mínimo detalle con la profesionalidad y la experiencia que les caracteriza. El servicio de camareras llevaba vestidos mexicanos y diademas con flores muy coloridas ya que la pareja se iban de luna de miel a recorrer México y les parecía un gesto bonito tenerlo presente en su día.
En cuanto a las invitaciones y resto de papelería de la boda lo diseñaron todo entre la madre de Jon (que pinta muy bien) y Beatriz. Los meseros eran lugares del País Vasco y de Málaga característicos de ambas ciudades, siendo el de la mesa el lugar donde se conocieron.

Marta, de Las flores de Reding se encargó de todo el diseño floral del evento, confiaron totalmente en ella ya que les captó la idea desde el primer momento. Apostaron por las tonalidades más claras para la ceremonia y las tonalidades de flor más fuertes las reservaron para la finca. El mix de buganvillas, burdeos, naranjas en los claveles y la mantelería en tono neutro hacían el tándem perfecto.
Momentos…
En la zona del baile las primas de Beatriz les regalaron la mesa dulce.

Abrieron el baile bailando con sus padres el tema Mi trozo de cielo de Rosana y lo terminaron bailando la pareja.
El grupo cordobés Cosita wena puso ritmo a la tarde y continuó la fiesta Icon experiences.
El maravilloso trabajo fotográfico es de Rosa Fernández Leal, “fue mis pies y mis manos ese día, la adoro”, me cuenta Beatriz. Es de los profesionales del sector con los que es un placer trabajar porque todo lo hace fácil y su fotografía es tan bonita…
Ya me despido agradeciendo a Beatriz y Jon que nos hayan hecho revivir su día de esta forma tan especial.
“Que siempre os regaléis estas miradas”.

Con todo el cariño.
Inmita G.